Las tendencias en el diseño y la arquitectura reflejan las necesidades actuales, y no hay duda de que seguimos buscando formas de habitar conscientemente. Por eso, este año será la oportunidad para regresar a las raíces. Te contamos sobre materiales, colores y mobiliario que serán protagonistas en el 2024.

Empezar un nuevo año trae consigo una particularidad: la transformación. Renovamos hábitos y rutinas, proyectamos metas y dejamos atrás todo aquello que ya no aporta a nuestro crecimiento personal. En pocas palabras, evolucionamos, pero sin perder la esencia.

Asimismo, sucede en el diseño y la arquitectura, pues estos se mueven constantemente hacia nuevas necesidades sin perder su foco: crear espacios auténticos que nos acerquen a nuestra identidad. “En el diseño de interiores no existen diferencias muy marcadas entre un año y otro, sino que algunos elementos se transforman o se hacen más fuertes”, explicó Pablo Botero, arquitecto e interiorista. Para el 2024 algunos elementos toman fuerza.

En esta oportunidad, se destacan la tecnología como integradora de bienestar y modernidad, la preferencia por los colores neutros, y los elementos decorativos tejidos en fibras naturales. Además, la imitación de lugares místicos y sagrados es una tendencia que durante este año les permitirá a las personas conectar con su ser.

Naturaleza como parte de todo

La intención es establecer relación con todo aquello que no ha sido explorado. La búsqueda de lo bello y funcional en una exuberante selva tropical, llena de colores y texturas, hace parte de esta tendencia que pone a la naturaleza como centro.

En esta propuesta, los tonos verdes, naranjas y terracotas hacen juego con elementos decorativos hechos en tejidos naturales como el mimbre, la hoja de palma, el ratán y el yute. Con el trabajo a mano se destacan particularmente los acabados alejados de la perfección, y las texturas rugosas e irregulares. Además, los patrones se orientan hacia formas grandes que maximizan los objetos.

“Toman fuerza los elementos que contienen información perceptible a todos los sentidos; es decir, que las vetas de las maderas se sientan al tacto y que las superficies y el mobiliario aporten texturas. Además, los espacios que se conectan entre sí continúan en tendencia, pues la eliminación de muros hace que se perciban más amplios e iluminados”

Tecnología y futurismo: un estilo electrizante

En contraposición a la vida natural y rústica, esta tendencia incorpora a la tecnología para crear espacios modernos, elegantes y sofisticados. De acuerdo con Clara Parra, diseñadora de revestimientos, esta inclinación del diseño se experimenta de dos maneras, “de forma divertida, con una estética muy propia de los videojuegos y los espacios fantásticos, y de forma elegante, más acercado al lujo”.

Aquí prima la utilización de vidrios que reflejan colores o iridiscencias, resinas con transparencias y mármoles intervenidos con tonos excéntricos como los rosados y los tornasoles. “En esta propuesta todo fluye, se desvanece. Se utilizan acabados satinados y brillantes, y materiales de decoración que generan efectos líquidos, inspirados en el agua o el fuego”, dijo la diseñadora.

Los patrones en esta tendencia repiten ondas, círculos y figuras que dan la sensación de estar dentro de un espectro virtual. Al igual que utiliza colores muy expresivos inspirados en el prisma, como azules, rosas y violetas. “Invita a un estado de ánimo enérgico, en movimiento”, concluyó.

Homenaje a la tradición y a la casa en el campo

Encontrar equilibrio entre lo tradicional y lo moderno permite un estilo de vida eficiente. En esta tendencia, especialmente respetuosa con la naturaleza por la utilización de materiales y objetos de segunda mano, hay un objetivo claro y es generar la sensación de habitar la casa de campo con un toque vanguardista.

Los metales en tonos bronce y cobrizos, y las piezas decorativas hechas en barro son inspiración de la tierra y las raíces. “La madera, el mármol y el terrazo, y la apariencia desgastada o recuperada de cada una de ellas, dan vida a esta tendencia que vuelve al hogar”, sostiene Parra.

Colores inspirados en la naturaleza como el aguamarina, el verde y el café, y la gama de beige, gris, negro y rosa coral, hacen juego con gráficas de flores minimalistas, cuadros escoceses y efectos craquelados. Además, las telas texturizadas en lino y en terciopelo aportan un ambiente romántico, como el que permanece en las fotografías vintage que nos transmiten la nostalgia de lo ya vivido.

Bienestar y conexión espiritual

Inspirada en la majestuosidad de los lugares sagrados, esta tendencia que se impone en el 2024 invita a la creación de espacios para la calma y la conexión. Su principal apuesta es la simplicidad en el mobiliario y los objetos decorativos. “Embellece y aporta funcionalidad con elementos muy sencillos”, recalcó Parra.

Estéticamente los ambientes son muy limpios y los configuran elementos minimalistas. Los acabados tienden a suavizarse con materiales como el estuco, y son protagonistas los mármoles de vetas suave, las maderas claras y lisas, la piedra arenisca y las telas en algodón, lino y felpa.

“Arquitectónicamente, esta tendencia recrea espacios como las abadías, y las construcciones de techos altos, con arcos, cúpulas y claraboyas que dejan entrar la luz como símbolo de la conexión divina. Durante todo el 2024 esta tendencia marcará las búsquedas humanas para conectar con algo más allá de lo terrenal”, expuso Parra.

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